Mis queridos amigos jóvenes tengo la necesidad de llamarlos a una labor muy especial, de trabajo rudo y que requiere mucha paciencia y constancia. Y es que prediquemos la palabra del Señor, el desea que cada persona que se encuentre cerca de nosotros pueda recibir una influencia para salvación. Pero, hay una pregunta: ¿Estaremos listos espiritual, moral, intelectual y ejemplarmente preparados para hacer este trabajo?
Si en nuestro cada día damos ejemplo y en el fiel cumplimiento de cada deber que se nos asigna, con el trato que damos a quienes están a nuestro lado, en el estudio constante y en el encuentro diario con nuestro Señor estamos capacitándonos para ser real el llamado que se nos ha hecho.
Si en nuestro cada día damos ejemplo y en el fiel cumplimiento de cada deber que se nos asigna, con el trato que damos a quienes están a nuestro lado, en el estudio constante y en el encuentro diario con nuestro Señor estamos capacitándonos para ser real el llamado que se nos ha hecho.
Anhelo que nos ayudemos mutuamente para alcanzar un nivel mas elevado en la experiencia cristiana.
Jóvenes valientes tengamos en cuenta que para este trabajo necesitamos tener un espíritu de responsabilidad y seriedad, este trabajo los Ángeles lo toman tan serio que ellos mismos quisieran hacer esta labor, trabajar con la mente del ser humano no es cualquier cosa, hay que tener un carácter refinado para que las personas se den cuenta que somos dignos de predicar las escrituras con el rostro en alto.
Es triste pensar que hay personas que las cuales quieren hacer este trabajo pero que lamentándolo mucho su deficiencia de carácter no los ayuda para dar un ejemplo digno de lo que predican. La influencia personal es la que trabaja en la mente de la persona con la cual estamos trabajando, no tanto intelectual y físicamente sino que con el ejemplo y nuestros actos podremos llevar a esa persona a cambiar su forma de ver la verdad.
Nosotros somos seguidores de Cristo y por lo tanto si estamos unidos a el, en oración ferviente y estudio diario de su escritura dice; que el mandara a los Ángeles celestes como espíritus ministradores, para ayudar a quienes están peleando la buena batalla de la fe. Recordemos que Jesús es nuestro fiel ayudador.
Jóvenes no malgastemos las oportunidades de vida que el Señor nos da, cada respiro, cada despertar al ver la luz del día debemos darle gracias al Señor por concedernos la oportunidad de vivir. He visto como jóvenes tienen ansias de dejar los lugares del sostén propio para ir a las ciudades a dejar pasar el objetivo por los cuales han llegado hasta estos lugares. El estar allí nos proporciona una ventaja más grande que ninguna otra persona allá tenido. Muchos jóvenes desean estar en estos lugares y salir de las ciudades, pero por obediencia a sus padres quienes terrenalmente desean los mejor para sus hijos no se dan cuenta que Cristo les brinda una hermosa oportunidad a sus hijos para tener la mejor oportunidad celestial que es una salvación segura.
Cristo pide voluntarios que se alisten bajo su estandarte y sostengan ante el mundo la bandera de la Cruz.
Pero los jóvenes que quieren servir a Dios y entregarse a su obra, deben primero limpiar el templo de su ser de toda impureza y entronizar a Cristo en el corazón.
El trabajo con aquellos que tienen problemas de salud es aun mas importante porque ellos necesitan saber que no son los tratamiento de los médicos terrenales los que dan la salud, sino que hay un medico mayor y superior el cual los sana por medio de los tratamiento naturales.
Daniel, José, David y todos aquellos que se esforzaron por entregar lo mejor al Señor él desea que nosotros seamos un José o un Daniel que le entreguemos todo al el, estos hombres que en aquel tiempo pasado se entregaron a Dios y al engrandecimiento de su causa eran hombres tan firmes en los principios como el acero. Eran hombres que no decaían ni se desanimaban; hombres que, como Daniel, estaban llenos de reverencia y celo por Dios, llenos de propósitos y aspiraciones nobles.
Entonces Jóvenes Valientes la meta para alcanzar es la piedad, la semejanza a Dios y ser constantes en nuestro trabajo.
Mientras querido joven: ¡Estad atentos con el enemigo! El está haciendo lo posible por no dejar que hagamos la labor que se nos ha encomendado; él está preparando sus engaños para que caigamos y nuestras mentes se nublen con pensamientos de no poder. Nos crea en la mente el sentimiento de debilidad desanimo, y a menudo duras pruebas para hacernos pensar que Cristo nos desampara. Pero no, dice que si cada día nos aferramos más a Cristo el ánimo y la esperanza se convertirá en nuestra amiga.
La siguiente pregunta es esta: ¿Quieres esforzarte para ser un Joven Valiente verdadero hijo del señor y servir en su obra?
Adelante amigo!!! Tú, individualmente proponte a servir al Señor
Nadie lo puede hacer por ti, hoy el Señor desea un cambio en tu vida.
Cambiemos nuestro carácter, sintamos diariamente el cambio de Cristo en nuestras vidas, dejemos la falta de desapego en las cosas espirituales no desmayemos que el Señor está de nuestro lado y si el con nosotros quien contra nosotros.
Mi conclusión entonces es:
No te desanimes, sigue adelante aunque en tu familia, amigos o hermanos no hayan personas con tu mismo sentir, haz que los demás sientan la inclinación por la palabra del Señor y veras que tendrás buenos resultados.
No permitas que las situaciones pasajeras de la vida te desalienten, tu meta ahora es prepararte para difundir la palabra de Dios con la cara en alto.
Recuerda que tenemos una labor y una promesa!!! …Mira que te mando que te esfuerces y seas VALIENTE, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas…
Josué 1:9
Jóvenes vamos, ¡Sigan adelante! Seamos VALIENTES, nosotros somos la esperanza del mundo!!!!!!!!!!
Cristo viene pronto no te rindas!!!
